Temores y confesiones...

Este será un post de confesiones y revelaciones, de algunos temas que me atemorizan profundamente... y es que el otro día escuché en la televisión, unas frases que me llegaron al alma y eran sobre una mujer, que hablaba de cuando había perdido a su madre...

Ella decía que su madre era tan importante para ella, que cuando la perdió sentía que se había ido su otra mitad... (así como se habla de las parejas) y me sentí tan identificada con mi Monita..., que se me cayeron inevitablemente las lágrimas. 

Me dio una pena terrible escuchar que la misma mujer, dijo haber sufrido tanto con la pérdida, que por eso tuvo una relación muy diferente con sus propios hijos (imagino que más distante), para no provocarles, jamás ese dolor..., pero yo me pregunto como moderar el amor que uno da a sus hijos... En fin, que yo no podría ser diferente con mi Monita, ya que ella es mi todo, pero si me atemoriza llegar a faltarle..., aunque se que tiene un padre espectacular, pero se que nuestra relación es tan, pero tan especial y cercana, que me da pánico, no llegar a estar cuando ella me necesite.

También me hizo pensar en la relación que tengo con mi madre, que es en un 1000 por ciento distinta... Siento que desde hace mucho tiempo me he sentido huérfana..., aunque suene muy triste decirlo y es que en algunos momentos muy importantes de mi vida, mi madre no ha estado conmigo, por una u otra razón, que a lo mejor han sido imponderables, pero que igual  me han dolido en el alma. A veces siento que ella ha sido tan egoísta, que siempre ha pensado primero en sus prioridades y luego en su hija y todo lo demás.

Me sentí terriblemente sola, cuando al regresar de la clínica con mi hijita prematura, luego de haber estado hospitalizadas 6 días, debido a el síndrome Help, que me dio cuando ella nació a las 34 semanas (pero del que gracias a Dios, pude salir adelante) y mi mamá no estuvo, para ayudarme con todas las dudas que siente una mamá primeriza, confundida y débil... Ella no pudo estar, porque justo ese día pidió que la hospitalizaran para una operación que tenía programada...

Luego, cuando marido enfermó gravemente el año pasado, también sentí su falta, porque tampoco estuvo con nosotros físicamente... Mi madre, se encuentra desde el año pasado, viviendo en casa de uno de los hijos que tuvo en su primer matrimonio, en el sur de Chile (y con el cual yo tengo mínimo contacto).

Yo le pedí que no viajara, ya que sería otra "carga" de la que tendría que hacerme cargo y en ese minuto, ya era suficiente con tener a marido en la UTI durante 10 días y luego hospitalizado por otros 30 días, viviendo en casa de amigos, viendo el financiamiento de todo e intentando que Monita no se diera real cuenta del problema que teníamos, ya que habíamos tenido que dejar nuestra  casa en Iquique, para venirnos a la capital, sin saber que sería de nuestro futuro..., en fin, que aunque me hizo mucho falta un abrazo suyo, preferí  pedirle que no viniera, pero siempre pienso que si hubiera ella querido venir, lo hubiera hecho... y esas cosas duelen...

Y yo se que mi madre tiene mucha edad, 82 años (ya que me tuvo bien pasaditos los 40 años) y que durante su vida ha tratado de hacer lo mejor posible, pero siempre pensando en ella en primer, segundo y tercer lugar...

Ufff, si les contara..., solo para que se hagan una idea, mi madre se cambió de casa y/o ciudad,  durante toda mi enseñanza escolar, mínimo entre una y dos veces por año, teniendo que someterme a interminables cambios de colegios y adaptaciones... y esto lo hacía porque se aburría de los lugares... Por eso ahora, lo único que espero, es no repetir la historia con la Monita... y por lo mismo, odio los cambios... (comprensible, no?).

Y todo esto, se ha sumado... y ha comenzado a  pesar en nuestra relación, lamentablemente, ya que al hacer mi vida, casarme y tener mi propia familia, he intentado no hacer lo mismo que ella..., en muchos sentidos. 

Y no la juzgo, porque no es mi labor, pero debo admitir de que me duele... y aunque la quiero mucho, siento que me ha faltado más de su cariño... Y lo que más me duele, es que ella no se da cuenta... (Espero no arrepentirme de haberles contado, todos estos sentimientos tan íntimos...).