Dura realidad...

Hola!!!, primero que todo, darles infinitas gracias por escucharme y apañarme en mis temores y confesiones..., que ni que hubiesen sido un presagio de lo que vendría...

Fueron la parte inicial de unos días muy angustiosos, que he estado pasando y que me han tenido algo alejada del mundo blogger, muy a mi pesar, ya que de buenas a primeras, he tenido que hacerme responsable de mi madre, si, como escuchan..., ya que no podía estar siendo más mal cuidada en el sur de Chile... y con la ayuda de mis dos medios hermanos, con los que tengo mucha cercanía, decidimos traerla a vivir nuevamente a Santiago, a un lugar donde puedan atender todas su necesidades, ya que no está autovalente y necesita una ayuda más eficaz y profesional. La edad y la falta de cuidados, le ha pasado la cuenta y como su hija, tengo el deber de protegerla y buscar un mejor pasar para su vida.

Resulta que yo, cerca del colegio de la Monita, había visto una "residencia del adulto mayor", que me parecía muy adecuada, pero al mismo tiempo, extremadamente cara... (que aquí un abuelito si no tiene dinero, no puede darse el lujo de estar bien cuidado), pero que no descartaba pasar a consultar en un caso extremo y el caso se presentó.

El medio hermano del sur, que la tuvo "hospedada" en su casa durante un año..., resulta que tuvo problemas varios...y además tuvo que dejar la casa que rentaba y por ende a mi madre y bueno, fue lo mejor (por una parte...), ya que pude enterarme de las reales condiciones en que ella estaba viviendo, totalmente falta de atención y cariño de parte de esa familia, ya que solo le habían contratado a una mujer para que la atendiera en sus necesidades básicas durante el día, alimentación y aseo personal, más que nada, pero no la sacaban ni a la esquina, ni compartían con ella en la mesa, ni ninguna cosa... y resultó que la tenían todo el día sentada viendo televisión, por lo que su estado físico se deterioró enormemente, es decir de una manera mayúscula e impresionante..., casi dejó de caminar y comenzó a hacer una regresión, casi infantil..., sin tener temas para conversar, ni na, de na... Yo reconozco, que ella no es una mujer fácil de llevar y que puede generar anticuerpos, con las personas que no son cercanas, ya que no acostumbra hacer lazos de cariño con nadie, porque es muy fría, pero no como para que no le hablaran, imagino..., que eso es bastante inhumano... Quedó en manos de una empleada, que mucho cariño no creo que le brindara...

Cuando mi hermana, me comentó el problema, de que la mamá ya no podría seguir en el Sur y que debíamos tomar una decisión para regresarla a Santiago; considerando que ninguna de las dos la podría recibir en su casa (por cupo y posibilidades físicas y mentales), nos dirigimos a la residencia que yo había visto y bueno, les avisamos a mis hermanos..., que esa era el lugar apropiado y que había que apechugar.

El otro hermano con el que yo tengo una gran relación (aunque vive en otra región), la fue a buscar y la trajo con sus cosas más indispensables, dejando todos sus muebles y bienes materiales..., de los que nunca había querido desprenderse..., ya que siempre ha andado de un lado a otro, con todas sus cosas... (eran sus bienes mejores preciados...).

Y bueno, mi madre llegó muy desmejorada, por lo que con mi hermana la llevamos al médico. Venía sufriendo una infección urinaria, de la que no se habían dado cuenta..., muy débil, caminando con mucho esfuerzo o casi nada, con su bastón..., que para trasladarla de una lado a otro y no demorar una eternidad, corriendo el riesgo de que se cayera,  me tuve que conseguir una silla de ruedas!!!!..., en fin que no venía con ningún tratamiento para su asma, ni nada de nada, totalmente abandonada la pobre (y se suponía que en el sur, el hermano le administraba sus dineros y se hacía cargo de ella).

Tuve que ponerme de cabeza a lavarle toda su ropa, el plumón de su cama, etc..., para llevarle todo en las mejores condiciones y bueno, además, junto a mi hermana comprarle todos sus artículos personales (de los que no traía nada) y los medicamentos que le pidieron, para comenzar a recuperarse.

Estuvimos todo el día de ayer en esto y mi pobre hijita, luego e ir a buscarla al colegio, tuvo casi nada de atención de mi parte..., que no me daban las manos, (ni la cabeza...) pero ella tan madura comprendiendo e intentando ayudar, si es un cielo (luego, me la comí a besos, eso sí).

Me sorprendió mucho, cuando ayer, al llevar al fin!!!, a mi madre a la residencia..., mientras veíamos los detalles de los pagos con la directora, Monita le decía a mi madre: "abuelita, no sientas miedo... Es normal sentir algo de susto, en los lugares nuevos. A mi siempre me pasa cuando llego a un colegio nuevo..., pero ya verás, que luego te acostumbras y haces amigas nuevas..." (Esto me lo contó la enfermera y ella no lo podía creer...). Si tiene un corazón tan grande, mi Monita hermosa.

Y bueno, la dejamos acostadita en su habitación, con todos lo cuidados que necesitará, por lo que con mi hermana, nos retiramos bastante tranquilas, pero agotadas!!!; rendidas tanto física como psicológicamente. Hoy me encuentro muerta, pero sigo con muchos quehaceres de lo que debo llevar y con bastante estrés, de lo que me tocará vivir en ésta nueva realidad...

Yo se que es un cambio radical para su vida, pero en verdad, era una decisión que teníamos pendiente de tomar, hace varios años con mis hermanos, ya que la situación ya no daba para más. Ninguno tenía las posibilidades de hacerse personalmente cargo de sus necesidades físicas en casa, ya que la mochila nos quedó muy grande.

Además, no es que la abandonemos, es que nos responsabilicemos por ella y le brindemos lo mejor para sus últimos años, donde la cuiden como se debe, con personal profesional de la salud, que sabrá que hacer con sus necesidades físicas, tanto en el día como en la noche..., que cuando me visitó en Iquique, antes de venirnos, se cayó de la cama por la noche y yo no sabía ni que hacer..., en fin, ya está hecho.

Y con mi mamá hay que tener paciencia de Santo..., que siempre exige y exige... y a veces de no muy buena manera y es que su cabeza ya no anda bien y es por el tema de su edad y básicamente su carácter...

Ahora me comprometí a pasar a verla todos los días, cuando pase  a buscar a Monita al colegio y bueno, turnarnos los fines de semana para sacarla a pasear, entre los hermanos disponibles...

Esperemos que salga todo bien..., pero siento un tremendo peso sobre mis hombros, ya que he quedado como su apoderada... en todo sentido y ante cualquier situación de cuidado... y bueno, si alguno de mis hermanos no cumple con su parte del pago, no se si podremos hacernos cargo con marido, que son gastos que no teníamos contemplados y se me ha sumado todo.

Que ganas de escapar de todo!!!!!!...