Novedades de los últimos días...

Este fin de semana e inicio de la nueva, han sido ¡muy intensos!.

Bueno, como les comenté anteriormente, viajó a visitarnos mi mamá por algunos días. Mi madre ya tiene 80 añitos, sufre de asma crónica, por lo que debe inhalarse con salbutamol, cada vez que realiza algún esfuerzo físico (tal como subir escaleras) y además usa bastón, ya que sufre de sus huesitos.

Para la Monita y para mi,  fue muy bueno, ya que no la veíamos desde hace mucho tiempo... Aprovechamos de sacarla a pasear por la ciudad e incluso recorrimos un museo histórico, de la réplica exacta de un barco llamado Esmeralda, de la Gruerra del Pacífico.  A ella le encantó y a mi me encantó verla feliz.

Pero ante noche, justo cuando mi esposo viajó a la capital, para su control médico (que luego les contaré...) y nos encontrábamos las tres solitas, se cayó de la cama y azotó la cabeza contra el velador. Desperté a la media noche, con un estruendo terrible y cuando voy a verla, me la encuentro tendida en el suelo... Me asusté muchísimo, ya que el golpe que se dió en el velador fue tan grande, que le apareció enseguida un tremendo "chichón" en la nuca y además no sabía si la podría levantar del suelo, ya que podría haberse dañado la cadera. Lo pasé fatal..., pero pude controlar los nervios.

 Fui corriendo a la cocina a buscar una bolsa con hielo y la tuve, en el suelo por media hora, con el hielo en la cabeza. Luego intenté levantarla, pero ella estaba con peso muerto... Afortunadamente, no le ocurrió nada en las caderas y aunque me costó subirla nuevamente a la cama, lo logré para luego seguir con el hielo. Tampoco se cortó con la punta del velador, lo que dentro de todo fue positivo, por lo que me quedé acompañándola hasta las 4 de la mañana. La acosté con muchos almohadones en la espalda y por los bordes de la cama, tratando de calmarla, ya que se puso muy nerviosa. Según lo que me explicó, tenía una pesadilla y desconoció la cama, por lo que se tiró a bajo y se cayó... Finalmente se durmió y yo me levanté cada dos horitas, para ver su conciencia.

 Los accidentes son tan imprevistos, que me da mucho miedo que le ocurra algo peor, más en cima que ella es una persona muy inquieta y autovalente, a pesar de todos sus problemas de salud.

Durante todo el día de ayer, la mantuve en observación. Afortunadamente, no tuvo ni inconsciencia, ni vómitos, ni sufrió delirios o pérdida de la realidad. En general estuvo solo algo adolorida de los golpes que se dió, pero con buen ánimo y apetito. Pero habrá que seguir observándola. Hoy amaneció muy bien, sin chichón, con buen ánimo, como si nada hubiera pasado..., gracias a Dios. Hoy regresó a su casa y le tocará a otros miembros de la famila cuidarla.

 

Por otra parte, mi esposo por fin, tuvo su  famoso control médico y como lo esperábamos, lo enviaron a realizarse exámenes específicos para descartar la presencia de algo maligno... Pero el médico fue muy positivo y le dijo que estuviéramos tranquilos, ya que si se encontrara algo..., estaría super incipiente, por lo que tendría un tratamiento muy oportuno. Tendremos que seguir esperando resultados, pero ahora con la idea de que estamos muy a tiempo y no luchando contra el tiempo, gracias a Dios. Nuevamente les agradezco todos sus buenos deseos y energía positiva que me llegaron directo al corazón.

No les voy a mentir, con lo recientemente vivido con mi mamá, me sentí morir, me agoté con la angustia de solo pensar, que le pasara algo grave. Hoy la fuimos a dejar al aeropuerto muy temprano en la mañana y me quedé con bastante tristeza y preocupación, ya que vivimos a 2000 km de distancia.

Bueno, por ahora solo me queda volver a la rutina, descansar un poco y preparar las maletas para las vacaciones en Arequipa, que comenzarán el fin de semana. Voy con muchas ganas de disfrutar el viaje, conocer los hermosos lugares de ésta ciudad colonial, el Cañón del Colca, el volcán Misti, etc...

 Quiero olvidarme de todas las cosas que me han estresado éste último tiempo y regalonear mucho con mi esposo e hijita. Al regreso les muestro las fotos. ¡Un gran abrazo!